martes, 21 de abril de 2009

Pinche, carajo!

Quería subir un vídeo de Youtube, pero no me dejan los señores del blog. Cuando llegué hasta Sunnyside, o lo que es lo mismo, "lado soleado", pensaba en nativos americanos, reservas, y señales de humo. Me equivoqué rotundamente. Debería haber tenido más en cuenta los tamales, los frijoles, las enchiladas, los papalotes, el zacate, manejar mi carro, y todo eso. ¡Qué fallo!

Antes de subir la "lomita" donde está "mi casa", hay un pequeño museo del pueblo, y cerca de la puerta, una estatua de metal del primer habitante de Sunnyside, un holandés sostenido en un gesto del hombre que labra la tierra, una tierra nueva, inexplorada todavía. Por lo visto, fue el único holandés que hubo, porque los mejicanos se asentaron en el pueblo, ellos son la esencia actual del pueblo, de éste y de gran parte de la zona oeste de los Estados.

Aquí se habla en español: lengua oficial, inglés. Voy a la gasolinera, a comprar tabaco. La dependienta, mejicana, me pide el DNI. Ve que soy de España, y me pregunta /confirma que en España hablamos español. Sí, le respondo. Pero, ¿hablas en inglés? Si, aquí sí. Pasa la tarjeta de débito y pone un gesto de antipatía, no entiende que una persona que sabe y habla español, que sea española, prefiera hablar inglés cuando no tiene porqué. Desde entonces, cada vez que voy a comprar tabaco me habla sólo en español. Como ha sucedido también con otra gente que he conocido, a la tercera conversación te toman la palabra en castellano, qué le vamos a hacer...

No es que me fastidie el hablar español en un país cuya lengua oficial es el inglés, mi segundo idioma y objeto de estudio y trabajo, pero sí que soy un poco puntillosa respecto a que, al principio al menos, mi interés principal al llegar aquí radicaba en hablar inglés al máximo. Lo conseguí, aunque el uso del español es irremediable, a fin de cuentas. Son pocos los que no saben...español. Son más de lo parece los que no saben inglés. Y a pesar de ello, el uso del español se limita prácticamente a la palabra hablada, y no escrita. He visto faltas de ortografía propias de quien nunca ha escrito en español, ni se ha preocupado por, al menos, hacerlo bien.


El español, casi una sombra clandestina en EEUU. Se le maltrata en muchos casos, a pesar de ser la segunda lengua más hablada en este país. Me refiero a que, lingüísticamente, continuamente se cometen errores garrafales y absurdos en la traducción e interpretación del español, sobre todo a nivel escrito.

Porque creo que, aunque se trate de una lengua minoritaria, la gente debería ser más consciente de que es una lengua que, al uso, precisa del estudio de una gramática y unas normas de ortografía imprescindibles, que no se deberían ignorar bajo ningún concepto, provengas de donde provengas.

Ha sido muy enriquecedor conocer nuevas palabras y expresiones típicas del español hablado en Méjico, y de Latinoamérica en general. Para mí, este hecho ha sido uno de los más curiosos de mi estancia en EEUU. Tanto o más que practicar inglés...




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